Las amenazas rodean el submundo, la puerta del Averno ha sido abierta y los demonios vagan por lo que antes fue una tierra pacífica. Ash sigue trabajando en sus dones, entrenando a las centinelas. Por primera vez en siglos, elfos y formorés unidos contra un enemigo común. Esta vez no hay pactos que respetar, la batalla será sangrienta y su único pensamiento será que lleguen todos vivos al final. Si se hará realidad o no, será algo que descubrirá muy pronto.